Cuando Gauss estaba en lo que hoy día denominamos educación Primaria, su maestra (o maestro, según otras versiones), cansada de lidiar con sus estudiantes, les mandó la siguiente “diabólica” tarea: sumar todos los números del 1 al 100. Después de proponer la faena, se dispuso a pasar el tiempo en otros menesteres “más provechosos” cuando una voz la sacó de su ensimismamiento:
-¡Ya está!
-¡Anda niño, deja de decir tonterías y no me molestes con tus impertinencias!
-Es 5050.
En esto la docente se quedó sin habla y le preguntó a Gauss por la forma de su resolución, a lo que él contestó:
-Pues muy fácil, 1 más 100 es igual que 2 más 99, que 3 más 98 y así sucesivamente; como hay 50 de estas sumas y cada una de ellas suma 101, en total tenemos 101 por 50, que es 5050.
Había dado con el fundamento de que formalmente se denomina la suma de los n primeros términos de una progresión aritmética; en concreto, con la suma de los n primeros números naturales.
Había dado con el fundamento de que formalmente se denomina la suma de los n primeros términos de una progresión aritmética; en concreto, con la suma de los n primeros números naturales.